Zu hemen zaude: HomeKirolakArraunAurreko Sasoiak2015 ARC LigaSailkapena 2015 ARC LigaKoldo
Koldo

Koldo

Lekeitioko Tximista Atletismo Taldeko neskek 2. eta 3. postuak eskuratu dituzte asteburuan [apirilak 14 eta 15] Valentziako Luis Puig belodromoan (Herrialde Katalanak) lehiatu den Atletismoarekin Gozatuz jardunaldien finalean.

Lekeitioko atletismo taldeko bi taldek parte hartu dute finaletan: 2005ean jaiotakoak eta 2003-2004 urteetan jaiotakoak. “Biak bikain aritu dira, eta asko ikasi dute txapelketagaz, helburu nagusia taldearentzat”, nabarmendu dute Tximistako arduradunek.

Aiora Gojenola Gorostola, Alaine Imaz Kortazar, June Markes Rodriguez, Nora Agirre Castro eta Olatz Sustaeta Martinezek osatu dute 2003-2004 urteetako nesken taldea, eta lehenengoarengandik 33 puntura, Espainiako azpitxapeldun gelditzea lortu dute. Horrez gain, bi proba irabazi dituzte. “Aiora Gojenolak 1.500 metroko martxa eta Alaine Imazek altuera jauzia. Gainera, ia denek euren markak hobetu dituzte”.

2005 urteko neskek, berriz, 3. postua eskuratu dute. Talde hori Leire Alonso Kortazarrek, Maialen Caceres Alberdik, Naia Garetxana Urkidik eta Nora Zatika Belaustegik osatu dute. “Txapelketara 6. lekuan sailkatu ziren, baina finalean zoragarri aritu ondoren podiumera igotzea lortu dute”.

Atletismoagaz gozatzeagaz gainera, lagun berriak egin, esperientzia berriak bizi eta leku berriak ezagutzeko aukera izan dutela azpimarratu dute Tximistako arduradunek.

Larunbata, 15 Abendua 2018 19:27

BADATOZ IPARRALDEKO HAIZEAK

Maiatzaren 18, 19 eta 20an XVIII. Iparraldeko Haizeak ospatuko da Lekeition.

 Bertan, bertso poteoa, dantza emanaldiak, Kuxkuxtu eta Polekeleke txarangak, azoka, bote luzea, bertso saioa eta beste hainbat ekintza gehiago egongo dira. Jaialdia Aittitta Txiki kultur elkarteak antolatuko du.

Egitaraua

Larunbata, 15 Abendua 2018 19:27

SENEGALDAR JAIA ZAPATUAN

Aurten ere, Lekeitioko Senegaldar Elkarteak jaia antolatu du.

Hitzordua, asteon, abuztuaren 25ean, larunbatean izango da. Elkarteak Senegaleko kultura eta gastronomia ezagutzera eman nahi du eta baita herrian elkarbizitza sustatzea.

Hori dela eta egun osoko ekintzak antolatu ditu. Ekintzok 9:00etan hasiko dira iluntzera arte.

Besteak beste, bazkaria eta Senegaleko dantza tradizionalen saioa egongo da Ballet Jammut taldearen eskutik. Festa edizio honetan gainera, Kubako Musika talde bat ere egongo da oholtza gainean.

Lekeitioko Senegaldar Elkarteak herritar guztiak parte hartzera animatzen ditu.

Zatoz!!

Larunbata, 15 Abendua 2018 19:27

San Antolinak 2018

San Antolinak 2018


San Antolinak badatoz hamen Egitaraua

Larunbata, 15 Abendua 2018 19:27

Euskal Zine Bilera 2018

 

Ostirala, 14 Abendua 2018 10:24

Eskualdearen Lekua

Bizkaia-ko probintziako leku ekialdekoenean kokatutako eskualdea

 

Osteguna, 13 Abendua 2018 17:33

Antxon Urrosolo-ren Elkarrizketa

zita01 

- EGINDAKO ZITA BORBON-PARMA ENPERATRIZARENTZAKO ELKARRIZKETA -

- ANTXON URRUSOLO (EL CORREO) -

ZURICH

La entrevista tiene lugar a cien kilómetros de Zurich, Suiza alemana, en el interior de un convento-residencia de ancianas, próximo a la frontera austríaca, donde la última emperatriz de Austria y reina de Hungría, Zita de Habsburgo-Lotinghren, tiene todo lo que necesita para ser feliz: una misa diaria y un pretérito tan pluscuamperfecto como histórico.

Vestida de un riguroso, discreto y atildado luto, Zita se apoya en dos bastones, también negros, para incorporar su figura de adolescente y una sonrisa infantil llena de frescura, a la modesta estancia que le sirve de retiro, compuesta por una mesa camilla, un estoico sillón aterciopelado – negro, por supuesto –, dos ventanales amplios y soleados, que dan a un jardín, y una televisión. «Me la regalaron mis hijos el año pasado».

zita012

Zita, beltzezko Dama

Días antes había confesado a su hijo Otto, a su hija Elisabeth y a su yerno Heinrich de Lichtenstein (en cuyo castillo de Waldstein se hospeda, por temporadas, desde que el jefe del Gobierno austríaco, Bruno Kreisky, gestionó su permiso de entrada en Austria, por intercesión del Rey Juan Carlos su «impaciente alegría» por volver a reencontrarse con Lekeitio y con el País Vasco, por vez primera, en cincuenta y cuatro años.

MEDIO SIGLO DESPUES...

Así que eran las dos y media, «o´klok», en los relojes suizos, cuando la emperatriz comenzó a evocar uno de los pasajes “más hermosos” de su vida. En ese instante, sostenía entre sus manos, desnudas, salvo el dedo índice, adornado con una solitaria alianza de oro, la fotografía dedicada: «A la Emperatriz Zita, afectuosamente, el alcalde de Lekeitio, Xabier Txakartegi que sirvió de presentación de credenciales.

Antes de tomar definitivamente asiento dijo: «Esta es una buena ocasión para que vuelva a hablar en castellano después de cincuenta años». Dígame, ¿el alcalde de ahora se llama Txakartegi? Hubiera querido conocerle personalmente... Yo jamás podré olvidar a don Bruno Larrazábal, aquel alcalde que nos acogió en Lekeitio en 1922».

zita03

Bere seme-alaba batzuk

La atmósfera de la habitación es serena, apacible, anticuada, silenciosa y llena de susurros, pero un punto melancólico, como de griterío infantil y música callejera se deja entrever en el melodioso tono de voz de la emperatriz cuando comienza a relatar su llegada a Lekeitio, acompañada de su madre y de sus ocho hijos, un 18 de agosto de 1922.

AQUEL 18 DE AGOSTO

 - Nosotros estábamos exilados en la isla de Madeira y acababa de fallecer mi esposo Karl. Todo era bastante oscuro entonces, pero encontramos ayuda en S. M. Alfonso XIII, quien nos envió una fragata para ser trasladados a España.

 - En primer lugar estuvimos residiendo dos meses en el Palacio del Pardo, donde nunca nos faltó la atención de la reina María Cristina y de su hijo, que nos visitaban asiduamente.

  - Luego supimos del interés de Adolfo de Urquijo e Ibarra –¡Cómo olvidar a Urquijo Ibarra! – por encontrarnos una residencia fija en el País Vasco. Nunca habíamos, oído hablar de Lekeitio y, sin embargo, años después, mis hijos y yo hemos evocado aquel día en el que pisamos ese precioso pueblo.

 - Hasta ese momento, los niños y yo habíamos estado errando de un lugar para otro. Allí empezamos a sentirnos una familia normal.

 - Los niños se educaban según los planes de estudio húngaros y austríacos con dos institutrices, pero estaban siempre aprendiendo el vascuence con los pescadores, especialmente Otto y Adelaida, los mayores.

 - Vivíamos en Lekeitio. Eramos de Lekeitio...¿Comprende? Acudíamos a las fiestas, compartíamos el paseo con la gente, nos saludaban, saludábamos, nos conocían y conocíamos a muchas buenas personas.

 - Residíamos a un paso de la iglesia de la Asunción. Dígame, ¿ha sufrido la iglesia con la catástrofe? menos que otras iglesias majestad.

 - Siete años de nuestra vida quedaron en Lekeitio, ¿Sabe usted? Mi hijo Otto, el mayor, fue allí de viaje de novios, pero para mi este es el primer contacto que tengo con el pueblo desde que salimos en 1931.

 - Hay términos vascófonos que la emperatriz Zita pronuncia perfectamente dice Uribarren - al referirse a la asociación que acabó comprando el Palacio (que todavía hoy convertido en hostal lleva su nombre) a su propietario el conde de Torregrosa, para ponerlo a su disposición.

 - Me parece que hubo algunos problemas con el alquiler no recuerdo bien, y Adolfo Urquijo Ibarra creó la -"Asociación Uribarren"- para comprar el Palacio al conde Torregrosa. Entre tanto nosotros estuvimos viviendo en Donostia-San Sebastián.

zita05

Isuntza ondartzan

EN DONOTIA-SAN SEBASTIAN

 - En el Hotel María Cristina. No, no era el «María Cristina exactamente. Era un hotel que estaba anexo a un templo, no puedo acordarme como se llamaba y que según tengo entendido luego desapareció o quedo integrado en la iglesia próxima, pero ahora mismo no puedo recordar el nombre del hotel... A mi edad... la memoria... en fin... Tampoco tiene demasiada importancia... Sé, eso si, que venia a menudo a visitarnos María Cristina».

Y luego volvieron a Lekeitio. tras un interregno de dos meses.

 - «Sí, gracias a don Adolfo Urquijo, excelente amigo. Fue hermoso ver la acogida que nos dispensaron otra vez. Nosotros en aquel tiempo, nos hubiera gustado volver a Austria o quedarnos en Lekeitio para siempre».

UN PLENO HISTORICO

Estuvieron residiendo en Lekeitio hasta la proclamación de la «II República Española». Sin embargo, majestad, la Corporación Municipal Lekeitiana de entonces, con un marcado acento republicano, acordó, en histórica sesión plenaria y recogiendo el sentir del vecindario, que pese al cambio de régimen, podíais continuar viviendo en el Palacio.

 - «Exactamente. Yo sigo agradeciendo desde el fondo de mi corazón, este gesto como tantos otros, pero no olvide usted que yo llegué a España por la hospitalidad de Alfonso XIII y de la familia real española y lo más prudente fue iniciar la marcha tras la salida del país de mis anfitriones».

LUCTUOSA ADOLESCENTE

Al finalizar cada frase, cada palabra, cada gesto, la emperatriz Zita recoge sus manos sobre las rodillas y se yergue en la silla esperando una nueva pregunta, en una actitud entre cortés, expectante y pudorosa.

Lleva el pelo recogido con una redecilla y unas gafas con montura de pasta y línea de época que dan, a sus 92 años, cierto aspecto de “niña traviesa”, de eterna adolescente a punto de sonrojarse, o de estallar en una carcajada espontánea. Esa sensación que transmite contrasta, no obstante, con su luctuosa indumentaria.

Desde que falleció su esposo, el emperador Carlos. Zita se convirtió en una joven - viuda en duelo -. Durante la conversación las arrugas de su rostro se abren como pétalos mustios de una rosa que tuvo, necesariamente, que deslumbrar en aquel cortesano e imperial jardín, donde las partituras de Strauss inundaban cada metro cuadrado, llenas de rotas femeninas.

Presintiendo la belleza que esconde tras el tiempo uno siente ganas de hacer una finta de olvidarse del tema central de la conversación y de preguntar por fin, en que momento el color dejó de acentuar el tono de su canto de porcelana nonagenaria.

¿Desde que falleció el emperador Carlos siempre ha vestido usted de negro?

 - ¡Oh, si, siempre!

¿Y nunca ha estado tentada, en tantos años, de ponerse algo vivo, alegre?

 - No, nunca. La alegría es algo que se debe llevar por dentro.

¿Debió usted de querer mucho a su esposo.?

 - Su muerte ha sido el hecho más terrible de mi larga vida. Creame.

TIEMPO DE NENÚFARES

Tal vez desde entonces la emperatriz comenzó a decirse aquello de «sé bien que galoparé en negro, porque negro es el color de los sueños, negras las manos de la intimidad, y sin espuelas, y sin bridas, porque las espuelas son el der aberración, estrellas de tijeras y abismo», pero debió haber un tiempo en su vida de nenúfares, magnolias, plumas de damasco, óleos escarlata, celestes noches, vinos blasonados, crines de caballos arcangélicos, sueños de morado satén, música en finísimos violoncellos y dulces pájaros de de juventud.

Un tiempo en el que ella debió de rodear su cuerpo de adelfas, más allá de Hungría y de Austria, del bien y del mal, del imperio y su fragmentación en mil pedazos, en mil nacionalidades surgidas de aquel esplendor de narcisos y valses.

Quizá por todo ello, sentí la necesidad de preguntarle por el color, por la luz, que galopó por su delgadez antes de que la desgracia le brindara en el poniente. Permítame dos preguntas frívolas emperatriz ¿Cuando se puso usted por ultima vez un vestido de color? ¿Cuando bailó su último vals?

Una sonrisa nerviosa denota el perfume pasado que se encierra siempre como un frasco en la memoria y de la regia - viuda en duelo - nace la niña que se enamoró del último emperador del imperio austro-húngaro.

Zita distiende sus pupilas, parece sentirse a gusto con la pregunta, pero después, sin dejar de sonreir, contesta con brevedad.

EL ULTIMO VALS

 - ¡Oh, si! Me puse mi último vestido de color antes de que falleciera Karl, estando gestante de mi hija Elisabeth.
 - Creo que era rosa.
 - Y... el último vals...¡Dios mío! ¡Hace ya tanto tiempo!...
 - Lo bailé con mi esposo, en Viena, antes de la primera guerra mundial. Pero, por favor, no sigamos hablando de mí.
 - Cuenteme usted cosas de esa horrible catástrofe del País Vasco.
 - Estoy impresionada. He seguido todo con el alma encogida a traves de esta televisión que mis hijos me regalaron el año pasado.
 - ¿Ha sufrido mucho Lekeitio?
 - Y, Bilbao, ha sido espantoso lo de Bilbao, ¿no es verdad?
 - ¿Cómo se encuentran todos los pueblecitos a los que solíamos salir de excursión, Bermeo, Ondarroa...
 - Dejemos de hablar de mi.
 - Dígame ¿qué es lo que ha pasado?.
 - Y ¿Donostia-San Sebastián?. ¡Que hermosa ciudad! ¿También ha resultado dañada?

La cuerdas vocales se vuelven vitriolo para explicar a esta anciana, de égloda y epopeya, que por aquí acaba de pasar la guerra, que hay pueblos tratando de buscar su fisonomía, sus señas de identidad, que hay ruinas y que apenas quedan lágrimas, pero que la vida seguirá, a pesar de todo, y que llegará un día para enterrar esta pesadilla en el ólvido.

Zita solo repite, mientras escucha atenta, intermitentemente, “es catastófrico”...

Después se acerca a sus dos bastones y se pone de pie. Arrastra sus botines de paño negro hasta la mesa camilla cercana y toma un pequeño sobre, que luego abre parsimoniosamente..

 - Mire usted, es un pequeño tributo de mi agradecimeinto y de mi recuerdo al Pais Vasco. Quiero que usted se lo entregue al alcalde de Lekeitio en representación de todos los pueblos. ¿Cómo dice usted que se llama?...¡Ah, si, Chacartegui!...

Del sobre saca una fotografía en color: Zita, tocada con un sombrero negro y una banda azul, escribe unas líneas sobre su imagen. “ De la emperatriz Zita, con cariño, al alcalde de Lekeitio ”.

zita06

Uribarren Jauregia

Detrás de esta mujer que, en este preciso instante habla de la gripe que le llevó a curarse al Colegio de las Madres Irlandesas de Zalla, hay un fragmento vivo de historia que se remonta, a unos momentos, en los cuales cambió el mapa político del mundo radicalmente.

Oyéndole, aquí, en la modesta habitación de una residencia de ancianas, nadie podría imaginar que la viejecita enlutada, pulcra y amable, oradora impenitente de rosarios y asidua oyente de misas, tuvo un día un protagonismo fundamental en las secretas negociaciones de paz, que Austria llevó a cabo con Francia, con objeto de salvar lo escasamente salvable del Imperio en 1917, mientras la Primera Guerra Mundial seguía su curso.

Sí, por un solo momento, te paras, reflexionas y entiendes que este personaje, “una encantadora abuelita”, tuvo ayer, al menos tres páginas y un grabado de la “Historia Universal” estudiada en el bachillerato, sientes un especie de “vivo sin vivir en mi”, que te paraliza de la cabeza a los pies y que te hace formar parte de un cuadro realista, porque, qué es, sino surrealismo, para un hombre que todavía no ha cumplido los treinta, preguntar a esta anciana.

VI EL HAMBRE, BUSQUE LA PAZ

Dígame, majestad. ¿Pudieron ustedes evitar la Primera Guerra Mundial?

 - En aquel horrible episodio yo vi el hambre, vi la miseria, vi la angustia, vi el dolor y vi los esfuerzos sobrehumanos que hacia mi esposo por conseguir la paz, pero eso la gente no lo sabía y comprendo que se fraguara una especie de resentimiento contra nosotros. La primera tarea que se propuso Karl fue procurar que la guerra acabase de una vez por todas. Pero existían demasiadas fuerzas interesadas en que el conflicto continuara.
 - Sabíamos que la guerra solo podría tener un triste final y por eso se intento encontrar una fórmula para atajarla, pero no tuvimos éxito. Yo, ahora, tanto tiempo después solo guardo amor por toda aquella gente que nos despreció, porque estaban engañados no sabían lo que ocurría realmente.

EL EXILIO

En 1919 Zita de Habsburgo partía hacia el exilio junto a su esposo el emperador Carlos y sus hijos. La monarquía acababa de caer en Austria y Hungría, surgió la Primera República Austriaca y emergieron los nacionalismos.

Ella se encontraba en su octavo y último embarazo, el de Elisabeth, que nació, precisamente en España.

1921, urria. Cardiff ontzian ezezagun norabidearekin

¿Sabe usted que cuando llegamos a Lekeitio tenia unos meses y don Alfonso Urquijo Ibarra, nos regaló una cabra para amamantarla?

- Había sido emperatriz desde la muerte de Francisco José (1916) hasta finales de la Primera Guerra Mundial. Dos efímeros y crueles años, sin mas esplendor que el de un título, salpicado de metralla.

- Si tuviera "una segunda oportunidad sobre la faz de la tierra", según frase de "Cien años de soledad" y usted lleva cumplidos noventa y dos de esos cien, si pudiera reencarnarse, surgir de sus cenizas. ¿Volvería a ser la emperatriz Zita?.

LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

 - Escuche, si yo me fuera de este mundo, creo que me sentiria tan contenta al lado de Dios que no volveria por nada. Me sobra, completamente esa segunda oportunidad sobre la faz de la tierra.

A veces sus respuestas son así de contundentes, claras, concisas y enéggicas. Dejan entrever la firmeza de carácter que debió mostrar en los momentos más dramáticos de la historia, como en su primera etapa de su destierro, cuando quedó embarazada de su octavo hijo, aterrizo junto a su marido en un campo de remolachas de Hungria, para reinstaurar el poder de los Habsburgo en aquel pais.

El intento que era el segundo, resultó fallido. La senil placidez, la dulzura que manifiesta en cada ademán eclipsan la imagen de rigidez mental que pudo haber tenido en el pasado, aque la emperatriz que enviaba a su padre espiritual, un jesuita, para que fuesen cerrados los burdeles de la guerra del 14.

Pero es el tiempo, el que hace madurar al vino, el que flexibiliza a las personas, y enseña a los pueblos, porque el tiempo es el Senado, la sabiduria, la plenitud, y en ocasiones, la Justicia.

Sesenta y tres años después de aquel instante en que Zita abandonó el trono Austro-Húngaro, tras medio siglo de exilio, ha vuelto a pisar suelo de Austria.

AGRADECIDA AL REY DE ESPAÑA

 - Estoy sumamente reconocida al Rey de España por haber hecho posible mi regreso a Austria, interesando al jefe del Gobierno, señor Kreisky, por mi caso.
 - Pero, mire usted, yo creo que he permanecido todo este tiempo fuera de mi patria, por una desconsideración, o por un error jurídico.
 - En fin de la Primera Guerra Mundial fue, con seguridad, uno de los mayores cambios que ha registrado este siglo, pero entonces, la correlación de fuerzas de la situación política mundial no permitió una disposición de ánimo para que, regresase junto a mi familia a Austria.
 - Porque yo no he abdicado nunca... ¿Sabe?... No tenía que hacerlo, sencillamente, porque no tenía ningún derecho por mi misma, ya que en el Derecho de Habsburgo, la sucesión se lleva a cabo por vía masculina, yo no era, por tanto, la sucesora del emperador, sino, simplemente, su esposa.
 - Por eso, cuando me preguntan a menudo "¿Ha renunciado usted?"..., insisto en que no poseía nada de qué renunciar.
 - Yo me convertí en ciudadana austríaca por mi enlace con el emperador Carlos y, como tal, debí haber vivido en mi patria desde mucho tiempo atrás.

CORRESPONDENCIA CORRESPONDIDA

Zita me enseñó un paquete de correspondencia.
  - Cada día recibo cientos de cartas, de toda Austria -, dice, “y las contesto todas, absolutamente, porque es una muestra de cariño que debe ser correspondida”. Esta es su tarea en el convento-residencia, próximo a Zurich donde vive retirada, entre la misa matinal y el rosario vespertino.

Cuenta, traspasando con voz melodiosa un rayo de sol que acaba de colarse por la ventana, que otra de sus preocupaciones consiste en seguir de cerca el proceso de canonización del emperador Carlos, el amor de su vida y el hombre al que sigue dedicando sus últimos días.

REPOSAR EN VIENA

No existe ningún problema político ni jurídico, para que sus restos sean trasladados a la - Cripta de los Capuchinos -, en Viena. Lo que ocurre es que mientras continua en Roma su proceso de canonización no se puede inhumar el cuerpo. Naturalmente que, a mí me gustaría reposar junto a él en Viena, algun día.

Bere senarrarekin eta seme-alabekin

La delicada reliquia histórica encarnada en sus noventa y dos años planea sobre livianas líneas de sombras al referirse al veintiuno de noviembre, la noche en que murió el emperador Francisco José, esposo de Sissi.
  - Estuvimos en su lecho agónico, dice, Karl acababa de llegar del frente y le dio la noticia de la marcha de la guerra en la zona de Rumania. Se alegró del progreso pero para ese instante ya había dejado de creer en una paz conjunta global.

El replicar con sonido de oro dulce de las campanas del convento impone un silencio en la habitación. Zita deja que hablen las notas de hierro colado golpeando intermitentes "Din-Don", "Din-Don", "Din-Don", y luego pierde el hilo de la conversación de media tarde y habla de lo que más le ha interesado a lo largo del encuentro.

DOS ESCOPETAS DE EIBAR

 - Ya le he dicho que mi hijo Otto regresó, a Lekeitio para cumplir allí su viaje de novios. Me contó, que en aquella ocasión le regalaron dos escopetas fabricadas en Eibar, ¿no es así?... y ahora a mí me viene a memoria que ese pueblo estaba junto a otro llamado Elgoibar, ¿no es verdad?, Lo se porque pasamos de excursión con los niños camino del balneario de Alzola. ¡Son tantos recuerdos! No sabe usted como se me ha encogido el corazón mientras he ido siguiendo los efectos de la catastrofe en el Pais Vasco.

 - Hay una cosa quizá un poco tonta, que me gustaría saber de todo aquel mundo en que usted vivió.

 - Como quiera, estamos charlando entre amigos, ¿no es verdad?.
- Bien. Durante generaciones se ha consumido cine, literatura y leyenda del mundo de príncipes, princesas, pricesas, emperadores, generales de calzas blancas y chorreras doradas, valses en el Palacio Imperial de Viena, suspiros del Danubio Azul a la luz de la luna, románticismo a grandes dosis para épocas de escasez social.

- Y yo le pregunto majestad. ¿Que había de cierto en todo aquello? ¿Nos engañaron una vez más?

 - Nada, no habia nada de cierto. La vida en palacio no tenía ningun punto de contacto con esas fantasias, con esas comedias que se crearon sobre el imperio Austro-Húngaro.

NO HE VISTO EL FILM SISSI

 - ¿Ha visto usted la película Sissi?... Ya sabe el film en el que Romy Schneider hace el papel de su antecesora.

 - No, no la he visto. No podría soportar una comedia tan falsaria.

Algún día señora más alla de las computadoras, del laser, y de la bomba de neutrones, habiendo traspasado el umbral del 2.000, las píldoras vitamínicas concentradas y "el niño probeta", los anillos de Saturno, los jardines con flores de plástico y las muñecas vestidas de azul... dirá alguno de nosotros a cualquier replicante humano o "zombi" que ocupe la casa de al lado: "Escucha chico, yo un día "conocí" a la última emperatriz del imperio de la Gran Ceremonia".

Pero el tipo no entenderá nada, porque, para entonces, señora, los libros de Historia con colorines habrán sidi devorados por un cerebro liso y anónimo ligado a una frígida terminal de datos.

Itzuli

Osteguna, 13 Abendua 2018 17:30

Familia Erreal Austrohungariarra

zita02

zita04

Europatiko Odisea bat

14 de Agosto de 1922.- La Archiduquesa María Teresa sale de Portugalete, acompañado del diputado a Cortes Don Ramón Arana hacía Lekeitio para visitar el Palacio de Uribarren, cuyo dueño el conde de Torregrosa, les cedió para veranear. Por la tarde regresó impresionada por el trato recibido y por el magnífico palacio que visitó.

18 de Agosto de 1922.- La Archiduquesa y los hijos de la ex Emperatriz Zita llegan a Lekeitio a las cinco y media de la tarde, acompañados por el señor marques de Arriluce de Ibarra don Juan Tomas Gandarias y el alcalde de Portugalete el señor Otaduy, donde son recibidos con gran entusiasmo por el pueblo de Lekeitio y sus autoridades y que hicieron que la archuduquesa se emocionase vivamente.

20 de Agosto de 1922.- Los hijos de la emperatrz Zita, bajaron a la playa donde jugaron, pescaron marisco y se bañaron hasta la hora de comer.

Por la tarde subieron a Mendeja donde jugaron a la pelota, deporte por el que sienten gran predilección, hasta la hora de bajar al pueblo donde les esperaba su tío Francisco, hermano de su madre.

21 de Agosto de 1922.- El Alcalde de Lekeitio obsequió con un té a la archiduquesa María Teresa y a sus augustos nietos en la vecina anteiglesia de Mendeja, a la que asistieron también como invitados, el Alcalde de Mendeja, don Carlos Lozano Adan de Yarza y el cura párroco.

zita08

Familia ia guztiz

22 de Agosto de 1922.- Por fín a las nueve de la mañana hace entrada en Dos-Caminos el trén que condujo a Bilbao a la ex Emperatriz Zita, desde donde se encaminó a Lekeitio donde le esperaba una multitud que vibró a la llegada de la egregia figura que entró en el pueblo poco despues de las once de la mañana. Fue cumplimentado por el alcalde y autoridades que le obsequiaron con un hermoso ramo de flores, el alcalde que fue el que le ofrecio el ramo le salutó con la frase: "Augusta madre, la villa de Lekeitio os ofrece flores de amor y cariño".
A lo que contestó la gran dama en frances: "Merci beaucoup, monsieur le maire"

Las autoridades lekeitianas presentes fueron:

  • Alcalde don Bruno Larrazabal.
  • Teniente alcalde don Agustín Zabala.
    • Concejales:
      • don Carlos García.
      • don Santiago Mendiguren.
      • don Esteban Artiaga.
      • don Pio Uribarren.
      • don Gualberto Bilbao.
  • Secretario don José María Bracho.
  • Párroco y arcipreste don Juan Cruz L. de Larrucea.
  • Juez municipal don Ignacio Goitisolo.

Después de las presentacones, se dirigió la ex Emperatriz al interior del palacio, acompañada de sus hijos, de la archiduquesa María Teresa, del prícipe Francisco Javier de Parma, que también se encuentra en Lekeitio, del barón de Gudenus y del conde de Torregrosa, que habían salido a recibirla, así como del teniente coronel señor Obregón, ayudante de Su Majestad el Rey, que viene acompañándola desde Madrid.

23 de Agosto de 1922.- Esta mañana, la ex Emperatriz Zita, acompañada por la archiduquesa María Teresa, el príncipe Francisco y el barón de Gudenus, estuvo con sus augustos hijos en la playa. Aprovecharon la bajamar y fueron a la isla de San Nicolás, por cuyas rocas los niños se entretuvieron en la pesca de mariscos.

Regresaron para tomar el baño, retirándose al mediodía a su residencia de Uribarren, de donde no volvieron a salir, en espera de la llegada del Nuncio de Su Santidad, cuya visita esta anunciada para las cuatro de la tarde.

zita09

Carlos artxidukea eta Zita bere emaztea (1911)

El Nuncio de Su Santidad, acompañado por el Obispo de Gazteiz-Vitoria, fueron recibidos por el baron de Gudenus, el cura parroco y por el Alcalde de Lekeitio, y a continuación cumplimentaron a sus augustos moradores con quienes permanecieron cerca de una hora dirigiéndose despues a la iglesia.

Al llegar a ella se detuvieron frente al pórtico para admirar la joya arquitectónica, que tiene todas las características de una catedral. A continuación penetraron bajo palio en la iglesia, regresando después a Palacio.

Las Hermanas de la Caridad del Hospital de Abaroa, enviaron, en nombre de sus pobres a la familia Imperial de Austria, tres docenas de limones, que quedaron muy agradecidos.

A última hora de la tarde, los príncipes pasearon por el muelle, acompañados del príncipe Francisco. Los vaporcitos pesqueros que en aquel momento regresaban de sus faenas, al fijarse en los augustos niños, les saludaron con ininterrumpidos golpes de sirena, a cuyo saludo contestaron los príncipes ondeando al aire sus pañuelos. Presenciaron después la subasta del pescado en la Cofradía, donde el Alcalde señor Larrazabal, adquirió en subasta un bonito para regalárselo a los Reales niños.

24 de Agosto de 1922.- Debido a lo incierto del tiempo, no estuvieron en la playa los príncipes esta mañana, saliéndo únicamente ha adquirir unos juguetes y regresándo después al Palacio.

Por la tarde, a primera hora, visitaron una confiteria, donde compraron algunos pasteles. Luego volvieron al Palacio, de donde no salieron hasta la hora del partido.

A las cuatro y media de la tarde dió comienzo el partido entre Mondragónés y Chiquito de Azcoitia, contra los hermanos Echave.

zita010

Zita Enperatriza, bere seme-alabekiko, suhiak eta errainak. Bere eskuinean, Otto

A las cinco aproximadamente hicieron su aparición en el frontón los príncipes, acompañados del barón Gudenus y del señor Alcalde. El público presente les acogió con una nutrida y cariñosa ovación. Durante el curso del partido el príncipe Otto hizo entrega de la pelota a Mondragónés, cuando debía hacer el saque, actitud que motivó en todo el público un aplauso. El príncipe Otto siente gran predilección y simpatía por este jugador. Lo que le admira es su mano insensible y fuerte, que no se resiente al propinar tan formidables manotazos a la pelota.

Al terminar el partido con la victoria de Mondragónés y Chiquito de Azcoitia por veinte tantos contra siete, el joven príncipe le felicitó y obsequió con un puro cigarro, reiterándole su admiración.

El príncipe Francisco visitó por la mañana el Hospital Abaroa y el Hospicio Uribarren, elogiando el lujo de comodidades y consideraciones de que se rodea en estos benéficos establecimientos a todos sus asilados.

Los marineros de la Cofradía han invitado a la familia imperial a un paseo por el puerto a bordo de una embarcación remera.

26 de Agosto de 1922.- A las cuatro y media de la tarde ha llegado a Lekeitio su majestad la Reina Victoria, cuyo automovil se detuvo en la plaza Gamarra, instante en que la Banda Municipal interpretó la Marcha Real lo que hizo que la multitud prorrumpiese en una salva de aplausos que se incrementó al abrirse la portezuela del automovil dejando al descubierto la atrayente figura de la Soberana.

Instantes despué la Reina Victoria acompañado de su séquito se dirigi&oacute, al palacio de Uribarren para saludar a la Emperatriz Zita, con quien departió de manera cordial el tiempo que estuvo en palacio, desde donde partió a última hora de la tarde.

zita011

1921eko urria. Funchal

27 de Agosto de 1922.- Por la mañana, a las diez según el horario establecido, los príncipes bajaron a la playa y llegaron hasta las inmediaciones de la isla de San Nicolás, donde anduvieron entretenidos en la pesca de mariscos. Regresaron para tomar el ba&ntildeo.

Más tarde se les unió la Emperatriz Zita y su hermano el príncipe Federico Javier de Parma.

A las cinco de la tarde, tal y como estaba previsto, dió comienzo la excursión prometida por la Cofradía de Pescadores. Salieron los príncipes acompañados de los barones de Gudenus. En la plazuela se les unieron el alcalde señor Larrazabal y el secretario señor Bracho, desde donde se dirigieron al lugar donde debían embarcar, al entrar en el muelle los vaporcitos pesqueros allí fondeados hicieron sonar las sirenas en honor de los augustos niños, hasta que se acomodaron en el interior de la trainera. La trainera iba patroneada por el vice-presidente de la Cofrad&iacutea don Juan Chopitea y tripulada por ocho marineros. Al dar frente al Palacio de Uribarren, dibujó un círculo en la bahía, dando tiempo a que los príncipes saludaran a su augusta madre, que asomaba a uno de los balcones. Minutos después embocaban en la ria y fueron hasta el Palacio de Zubieta, siendo recibidos por su propietaria, la señora viuda de Adan de Yarza y su hija Marichu, que les obsequiaron con un té.

A las siete regresaron en automovil a la villa, quedando satisfechos de la excursión con que les habín agasajado las autoridades lekeitianas y la Cofradía de Pescadores.

-   HORRELA FAMILIA ERREALAREN BIZITZA LEKEITION IGAROTZEN JOAN ZEN   -

Itzuli

Osteguna, 13 Abendua 2018 17:28

Austria-ko Zita eta Carlos

zita01
 
zita07

Zita de Borbón y Parma eta Carlos I Austriarra

ZITA DE BORBON PARMA, última emperatriz de Austria nacida en Villa Pianore, cerca de Viareggio (ciudad de Italia, en Toscana provincia de Lucca, junto al mar Tirreno) en 1892. Hija de Roberto I de Borbón Parma, último duque reinante de Parma y Plasencia, ( casado en primeras nupcias con María Pia de Dos Sicilias y en segundas con María Antonia de Portugal ), y de María Antonia de Portugal. Se caso en 1911 con Carlos Francisco José, que en 1916 sucedió a su tío abuelo Francisco José como archiduque de Austria. Al final de la primera guerra mundial perdió a su esposo, la corona y desde entonces residió en Bélgica, Canadá y España ( Lekeitio 1922 ). En 1950 ingresó en un convento de clausura.

CARLOS I de AUSTRIA (Persenbeug, Baja Austria 1887 - Funchal, Madera, 1922), emperador de Austria y rey de Hungría (CARLOS IV). Ultimo rey soberano de la monarquía dualista austrohungara [1916-1918]. Carlos Francisco José Otón de Habsburgo Lorena era hijo del archiduque Otón y nieto del archiduque Luis, hermano del emperador Francisco José I. Cuando sucedió en el trono a su tío abuelo, muerto el 21 de noviembre de 1916, las circunstancias eran particularmente graves. Pareció comprender que la alianza con Alemania conducía al Imperio austrohungaro a una catástrofe total, e intentó entablar negociaciones secretas con los aliados por medio del príncipe Sixto de Borbón-Parma.

austria

Lekeition

Pero las potencias de la Triple entente rechazaron sus proposiciones, que se habían divulgado; entonces, para desmentirlas públicamente, tuvo que relacionarse aun más estrechamente con Berlín. Fracasados sus esfuerzos desesperados para salvar la corona, se proclamó la República austríaca (2 nov. 1918), y Carlos tuvo que retirarse a Hungría, donde renunció a toda participación en los asuntos estatales. Fijó su residencia en Suiza, y en octubre de 1921 intentó dar un golpe de estado en Budapest pero fracasó, debido a la hostilidad del regente Horthy y a la oposición de la conferencia de embajadores. Hecho prisionero y obligado a residir en la isla de Madera, murió pobre. Tuvo ocho hijos de la condesa Zita de Borbón-Parma. (El mayor es el archiduque Otto.)

Itzuli